martes, 18 de agosto de 2015

Imponiendo la Libertad de Cultos - Cementerio Libre de Circasia, Quindio

Llegar al Cementerio Libre en Circasia es remontarse a nuestra historia. Una historia de principios de siglos en que rivalizaban los rojos con los azules, una lucha encarnada para ver quien llevaba las riendas del Gobierno. Ningún pueblo se podía sustraer a esta rivalidad. Si se tenia la desgracia de ser rojo en un pueblo azul o azul en uno rojo, la vida estaba marcada por continuas escaramuzas. El clero y los caciques de los pueblos contribuían fuertemente al fanatismo, sectarismo y despotismo llegando a negar la sepultura a aquellos que no habían cumplido las reglas religiosas y llevando a la cárcel a aquellos que habían sepultado a sus muertos fuera del Cementerio del lugar.

En 1.928 se reúne un grupo de amigos liderados por Braulio Londoño y deciden hacer un Cementerio Libre. Don Miguel Botero Bernal dona los terrenos. Los ingenieros Juan de Dios Villegas, Manuel Buriticá y Antonio Schieferl se encargan de los planos y la construcción. Las señoras y señoritas apoyan la idea y se encargan de recoger fondos e invitar a ayudara la explanación del terreno. Empiezan las excomuniones desde los púlpitos y se decreta cárcel para los fundadores.



El proyecto sigue adelante a pesar de todo. Poco a poco se va construyendo el cementerio con la participación y el aplauso de la Cámara de Representantes, la Asamblea Departamental del Antiguo Caldas y la mayoría de los Concejos Municipales del Departamento. En el año 1.933 es inaugurado oficialmente y Colombia entra en una etapa de libertad y de entendimiento.

En la década de los 50 vuelve la barbarie y persecución a nuestro país. Derriban muros, monumentos, rejas y obras del Cementerio. Los familiares transportan los restos de sus familiares a otras poblaciones como protesta contra esta infamia y el cementerio Libre queda olvidado. Braulio Londoño se refugia en Suiza voluntariamente.

El los 70 cuando soplan vientos de esperanza, se empieza a pensar en la reconstrucción del Cementerio. El costo es enorme. Pero en ese momento la Curia de Armenia decreta que hay que sacar los restos de las personas enterradas en el Cementerio de Armenia porque el terreno se va a utilizar para la construcción de una Terminal de Transporte. Y se decide la reconstrucción en manos del ingeniero Héctor Jaramillo Botero y del arquitecto Eduardo Burgos Uribe.

Fue así como sentimos inmensa satisfacción patriótica invirtiendo nuestros ahorros en esta obra, que como dije al principio, más que un panteón laico, es un   monumento a la libertad y al amor, que se levanta en el corazón del Quindío, a la manera de una inmensa atalaya, que surge por encima de la Cordillera Central, irradiando aires de libertad a los veintiocho millones de Colombianos.
(https://cementeriolibre.wordpress.com/about/) 

Aparte del Discurso del Señor Braulio Londoño en la conmemoración de los 50 años del Cementerio Libre de Circasia, Monumento a la Libertado, la Tolerancia y el Amor, 1983.

 

Fuentes:

https://cementeriolibre.wordpress.com/about/
http://www.357bcn.com/PLANCHAS%20MAS/Hist-Cementerio-Libre-Circacia.pdf

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